Llegué a Mezcal Amores a finales de 2017, fue justo después del temblor que sacudió a la Ciudad de México y justo antes del temblor que me sacudiría a mí, durante mis 4 años en la marca -curiosamente- el amor parecía repelerme, pero, me enamoré de los procesos y de mi trabajo y claro, me enamoré del mezcal, de Durango, Guerrero y Oaxaca -los estados en donde se producen aún los mezcales de la marca- y todo este amor que yo no parecía no poder compartir, pude compartirlo con la gente, quienes sorprendente y desbordadamente también se enamoraron de mi trabajo, aún si nunca supieron quien era yo.

Mis labores: curaduría de contenidos, manejo de redes sociales, SEO/SEM, fotografía ocasional y producción de contenidos para Mezcal Amores, Mezcal Amarás y Mezcal Verde, pero la más importante: los copys, o como la gente lo conocía: “las frases de Mezcal Amores”, un pilar en la comunicación de la marca que parecía hecho para mí.

Ver cuanta gente reaccionaba a esas publicaciones, como etiquetaban a sus parejas y amigos, los comentarios que dejaban y los DMs que enviaban al respecto, eran tan apabullantes como gratificantes y eran un incentivo de que mi trabajo y de que mi amor era visto y apreciado por miles de personas en México y el mundo.

Agradezco infinitamente a Santiago Suárez, Luis Niño de Rivera, Roberto Castro, Alexandre Espinosa, Kevin Nichols por siempre darme toda la libertad creativa del mundo, por apoyarme y por siempre estar ahí para mí. Finalmente agradecer con el corazón a Fernanda García y a María Antón, mis partners in crime, mi diseñadora y mi Editora en Jefe -respectivamente-, quienes me apoyaron en cada locura, en cada campaña y mini-campaña, en cada frase. Gracias por también compartir conmigo y con el mundo el amor por lo que hacen ya que su ejemplo me inspiró y me impulsó, cada día.